Los suelos de mármoles han ganado mucha presencia en los últimos años en Bilbao y en el resto del país. Esto se debe a las principales características y ventajas que presenta este material. En este caso, sobre todo, cabe destacar su belleza estética y su resistencia y durabilidad. No obstante esto, para que la belleza pueda lucir lo máximos posible y para que la durabilidad se extienda en el tiempo, hay que realizar una limpieza y un mantenimiento periódico y a conciencia de los mármoles. En este caso, será importante seguir los consejos porqué el suelo es lo primero que se ve al entrar en cualquier estancia y, al ser de mármol, el resultado cuando está limpio y cuidado es espectacular. Además, el suelo sufre mucho desgaste y tránsito de personas, por lo que habrá que estar encima en este tema.
Hay que lavar o fregar el suelo de mármoles, y se recomienda hacerlo no más de una o dos veces a la semana (antes de la limpieza en húmedo, hay que barrer minuciosamente el suelo para eliminar el polvo o las partículas de suciedad existentes. No recomendamos utilizar detergentes que no estén específicamente destinados a la limpieza de mármol. Si no se puede disponer de estos productos, lo ideal es utilizar productos que no sean muy ácidos o corrosivos, para no dañar la superficie. En estos casos, se puede utilizar agua y jabón, por ejemplo para realizar la limpieza. En cualquier caso, es importantísimo tener en cuenta que siempre, después de limpiar, hay que aclarar el suelo con agua lo máximo posible, eliminando en la medida en la que se pueda la humedad. Hay que recordar que los mármoles son más permeables que otros materiales como el granito.
Más consejos para limpiar suelos de mármoles
En cualquier caso, hay, para el cuidado de los mármoles, hay productos especiales con un pH neutro, sencillos de encontrar en cualquier supermercado de Bilbao. Con la limpieza regular (que hemos comentado más arriba) tendría que haber suficiente para lavar el suelo con agua limpia y detergente de baja concentración. Con una suciedad importante, se debería utilizar estos productos con una concentración más fuerte, para poder eliminarla más rápidamente. En estas situaciones, habría que usar productos que tengan un fuerte efecto desengrasante o más poder de limpieza.
Si se realiza correctamente este mantenimiento y limpieza, no habrá que estar tan pendiente de la utilización de material de encerado para el tratamiento de la superficie de los mármoles, ni de utilizar maquinaria de pulido o restauración. Recomendamos el cuidado del mármol en la medida de lo posible y seguir estas instrucciones. En caso de duda, consulte a los expertos, antes de utilizar algún producto o técnica que produzca un daño irreversible.
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