En nuestro post de hoy, en el blog de El Marmolista, queremos hablaros sobre, probablemente, el producto estrella de los mármoles en ciudades como Zaragoza: las encimeras de cocina. Si bien es cierto que en una cocina hay muchos factores y muebles importantes, como los propios electrodomésticos (horno, lavavajillas, microondas, etc.), la mesa, etc., también lo es que la encimera juega un papel clave, debido al espacio (tanto en cuanto a superficie como al lugar privilegiado que ocupa). Es una de las partes más vistosas y, además, casi todo el trabajo que se hace (cocinar o lavar, por ejemplo), se realiza encima de ella. Por este motivo, cada vez aparecen más materiales y marcas para las propias encimeras. No obstante esto, las encimeras de mármoles está en claro auge en ciudades como Zaragoza, debido a las prestaciones que ofrece, tanto a nivel estético como de usabilidad. A continuación, os explicamos los principales motivos que hacen posible este crecimiento en las cocinas.
Lo primero a destacar, es la imagen que ofrece el mármol en una cocina. Su belleza, elegancia y sensación de lujo es difícil de igualar con cualquier otro material. La imagen de elemento natural, que se puede dar en multitud de colores y texturas, impresiona a primera vista.
Otras ventajas de las encimeras de mármol
Por otro lado, hay que destacar las características que tiene en lo que hace referencia a su durabilidad. Una encimera de mármol es una inversión que recuperaremos seguro, ya que su vida útil puede ser de décadas, siempre y cuando se haga un correcto mantenimiento. En caso de que no sea así, siempre se puede pulir, de una forma relativamente sencilla. Esta durabilidad se debe, en gran parte, a su dureza y resistencia a golpes o ralladas que se producen habitualmente en cualquier cocina. Por estos motivos, ha aumentado tantos la demanda de encimeras de mármoles en Zaragoza.
Asimismo, el mármol tiene una gran resistencia y tolerancia a las altas temperaturas. Aunque no es menos cierto que, desde El Marmolista, recomendamos utilizar algún tipo de alfombrilla si tenemos que dejar ollas hirviendo u otras fuentes de calor encima de la encimera.
Como defecto, comentaremos que, al ser un material muy poroso, no tolera excesivamente bien materiales o líquidos corrosivos como el vinagre o el zumo de limón.
En cuanto a su limpieza y mantenimiento, esta es una de sus principales ventajas. Los mármoles, ya sea en cimeras o para otro tipo de usos, se limpian fácilmente con agua y jabón. En cualquier caso, se utilice el producto que se utilice para limpiarlo, es muy importante aclararlo abundantemente con agua. Al ser un material poroso, como ya hemos comentado, es importante que no queden restos de productos que lo puedan dañar.
