En nuestro post de hoy queremos explicar a los amantes o usuarios de los mármoles de Madrid cómo realizar su mantenimiento. Aunque existen diferentes tipos de mármol con distintas características, intentaremos describirlo de forma genérica, para que todos podáis aprovechar los siguientes consejos o indicaciones. De esta forma, podréis disfrutar durante mucho más tiempo de un material que, por si mismo, ya es duradero. De esta forma, todos aquello que hayáis invertido en mármoles en Madrid, sabréis como proceder para conservarlos en el mejor estado posible y alargar su vida útil. A continuación, entramos en detalle.
Para empezar, y como ya hemos comentado anteriormente, diremos que los mármoles son extremadamente resistentes y duraderos. Esto, juntamente a su gran belleza y elegancia es lo que lo ha convertido en un material tan apreciado durante tantos años. Por otro lado, es un material muy versátil que permite que tenga multitud de usos y posibles ubicaciones (exteriores e interiores, suelos, escaleras, objetos decorativos, encimeras de cocina, etc.)
A pesar de todo esto, es inevitable que se produzca cierto desgaste de los mármoles, debido a la gran cantidad de funciones para los cuales se utilizan.
Por un lado, siempre hay que tener en cuenta la técnica del pulido. Si tenéis mármoles en ciudades como Madrid que hayan perdido brillo o que hayan sufrido golpes, manchas, ralladas, etc., con el pulido podréis recuperar su aspecto original. Con esta técnica se elimina la capa superficial, para que “aparezca” una superficie nueva que no haya sufrido ningún tipo de desperfecto debido a su uso. Aunque no es exclusiva del mármol, el pulido no se puede utilizar con todo tipo de materiales, y que alguno de ellos podría romperse o perder propiedades.
Otros aspectos para tener en cuenta en el mantenimiento de los mármoles
Asimismo, aunque es un material muy resistente, es interesante no utilizar productos muy agresivos sobre él. Obviamente, se pude (y se tiene que) limpiar a menudo, sobre todo si se usa en cocinas, baños, o suelos, pero es interesante no aplicar directamente productos que sean muy agresivos o corrosivos. En casos extremos, no obstante, se pueden diluir en agua para eliminar manchas concretas que no se van. Aunque lo ideal para los mármoles son productos específicos, también se puede utilizar agua y jabón para hacer un mantenimiento periódico. De otra forma, se podrían producir daños irreparables.
También es digno de destacar que es malo para el mármol que se derramen líquidos encima de él si luego no se absorben. Como hemos comentado al inicio, existen mármoles (tanto en Madrid como en otras ciudades de España) con características muy diferentes pero, en general, la mayoría de ellos permiten filtraciones de agua u otros líquidos que, a la larga, pueden provocarle daños.
